El Programa de Nutrición de la Municipalidad de Miraflores brindó algunos consejos para aprender a reconocer si lo que compramos es leche de vaca, los que se inician por leer con atención qué se indica en el envase.
En tal sentido, Gabriela León, especialista en nutrición del municipio, recomendó verificar detalladamente la información que presenta el envase, pues debe leerse entre sus ingredientes “leche de vaca”, además de la fecha de caducidad.
En el caso de la leche evaporada, las personas tienen que revisar la composición, es decir el contenido mínimo de grasa (7,5%) y de extracto seco (25 %) -una medición para ver que no esté diluida- que esta debe contener.
Además, advirtió que es importante percatarse de la textura, pues debe tener cremosidad a menos que sea descremada; densidad, es decir que si mancha el vaso es buena señal; y color de la leche.
“Mientras más blanca, es mucho mejor porque si presenta un color amarillento, significa que durante su proceso ha sido sometida a un excesivo calentamiento y sus nutrientes estarán alterados”, sostuvo la especialista.
Asimismo, la nutricionista señaló que existen otras opciones como la leche fresca, además de las conocidas leche de soya, de almendras y de coco; bebidas de origen vegetal con grandes aportes para salud que contribuyen a la reducción de peso, previenen enfermedades coronarias y son aptas para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa.
El Programa de Nutrición de la Municipalidad de Miraflores brindó algunos consejos para aprender a reconocer si lo que compramos es leche de vaca, los que se inician por leer con atención qué se indica en el envase.
En tal sentido, Gabriela León, especialista en nutrición del municipio, recomendó verificar detalladamente la información que presenta el envase, pues debe leerse entre sus ingredientes “leche de vaca”, además de la fecha de caducidad.
En el caso de la leche evaporada, las personas tienen que revisar la composición, es decir el contenido mínimo de grasa (7,5%) y de extracto seco (25 %) -una medición para ver que no esté diluida- que esta debe contener.
Además, advirtió que es importante percatarse de la textura, pues debe tener cremosidad a menos que sea descremada; densidad, es decir que si mancha el vaso es buena señal; y color de la leche.
“Mientras más blanca, es mucho mejor porque si presenta un color amarillento, significa que durante su proceso ha sido sometida a un excesivo calentamiento y sus nutrientes estarán alterados”, sostuvo la especialista.
Asimismo, la nutricionista señaló que existen otras opciones como la leche fresca, además de las conocidas leche de soya, de almendras y de coco; bebidas de origen vegetal con grandes aportes para salud que contribuyen a la reducción de peso, previenen enfermedades coronarias y son aptas para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa.