Extranjeras y peruanas "trabajan" en noches de Lima y municipalidad asegura que "prostitución no es un delito"
Extranjeras y peruanas "trabajan" en noches de Lima y municipalidad asegura que "prostitución no es un delito"

La oferta sexual nocturna ha tomado por asalto las calles del , que está invadido por focos donde se ejerce la prostitución, a lo largo y ancho del llamado Damero de Pizarro.

Los esfuerzos por controlar esta situación parecen no ser suficientes. Y es que a pesar de los 1100 agentes con los que cuenta la Gerencia de Seguridad Ciudadana de la , y la contratación de 300 serenos más hasta fin de año, algunos no cumplen con su labor de mantener el orden, como sucedió en el jirón Contumazá, donde diario OJO pudo observar a una pareja vivir su tórrido romance sobre el capó de una patrulla del Serenazgo, mientras el efectivo dormía plácidamente al interior, y detrás de la unidad, trabajadoras sexuales ejercían su labor.

(FOTO) Pareja se acaricia sobre auto del Serenazgo y, metros más allá, se ofrecen servicios sexuales.

Invasión no solo en hostales. 

La prostitución en el Centro de Lima se encuentra oculta bajo las fachadas de cantinas, locales de striptease, hostales e incluso cabinas de internet como las ubicadas en la cuadra 4 de la avenida Uruguay, donde se concretan los encuentros sexuales entre las paredes de melamina de los cubículos o se acude a los fletes que permanecen parados en el frontis.

(FOTO) Cabinas de internet sirven de fachada para la prostitución.

“Antes había un patrullero del Serenazgo que ahuyentaba a los clientes para que no ingresen a los hostales, ahora no hay nadie”, se lamenta una ama de casa con más de 30 años viviendo en el pasaje García Calderón.

El comercio sexual no distingue banderas. 

Por ejemplo, en la cuadra 7 de la avenida Alfonso Ugarte, grupos de extranjeras ofrecen sus servicios por 50 soles, bajo la atenta mirada de sus paisanos, quienes están a cargo de “cuidarlas” de los faltosos.

Metros más abajo, en el cruce del jirón Caylloma y la avenida Nicolás de Piérola, luego de caminar por seis largas cuadras, donde se puede observar hasta a parejas teniendo sexo en la vía pública, jóvenes de entre 20 y 27 años ofertan su compañía por 30 soles.

(FOTO) Trabajadoras sexuales ofrecen su servicio entre S/30 y S/50. Parroquianos en el Centro Histórico de Lima en busca de servicios sexuales.

“Cobramos menos porque la gente se quiere ir con las ‘venecas’”, afirma Diana, quien tiene dos años brindando servicios sexuales y puede ganar hasta 300 soles la madrugada de un sábado.

No es ajena a esta problemática la Plaza San Martín, donde jovencitas se exhiben apoyadas en el perímetro de la histórica vía a la espera de parroquianos.

Medidas del Municipio de Lima. 

En comunicación con la Municipalidad de Lima, el gerente de Seguridad Ciudadana, Augusto Vega, afirmó que a pesar del incremento de serenos, poco se puede hacer porque es un problema con un matiz social.

“La prostitución no es un delito, pero el proxenetismo sí. La solución está en que los ciudadanos no recurran a estos servicios”, comentó.

La Gerencia de Fiscalización de la comuna informó que al día se ejecutan 100 inspecciones a bares, discotecas y hostales. Sobre las cabinas de internet, donde se ejercería la prostitución, explicó que estos negocios tienen los documentos en regla, y para identificar aquellos donde se ejerce la prostitución se requiere del trabajo de investigación de la Policía Nacional.

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