Policía allana 32 inmuebles y desarticula a megabanda “Los Secos del Sur” (FOTOS)
Policía allana 32 inmuebles y desarticula a megabanda “Los Secos del Sur” (FOTOS)

Estafaban a los pobladores con la compra de lotes de terreno y una vez que los tenían en sus manos los obligaban a “vigilar” los nuevos predios que iban a invadir.

La organización delictiva “Los Secos del Sur”, desarticulada la madrugada de ayer en un megaoperativo de la  (PNP) y el Ministerio Público, extorsionaba desde hace una década a los habitantes en la comunidad de Llanavilla, en Manchay, distrito de .

(FOTO) Bernardino Esplana Enriquez, “Jefe”, es sindicado por la Policía como el cabecilla

(FOTO) Traficantes operan desde hace mucho al sur de Lima.

Indignada y mostrando la minuta falsa en su mano, Esther Gómez Quiroz contó que inicialmente les pedían 200 soles para ingresar a la comunidad.

Después, si tenían para “cancelar” al contado, el pago por los terrenos podían variar entre 8 mil y 50 mil soles; mientras que si lo hacían a plazos, las cuotas mensuales eran de 500 soles.

Pero el cobro de dinero no quedaba ahí. Diariamente, los más de dos mil comuneros debían pagar 25 soles por “seguridad” y, si no cumplían con algunos de los “requerimientos”, los maleantes los multaban y amenazaban.

El líder de la banda, Bernardino Esplana Enriquez, también conocido en el mundo del hampa como “Comunero” o “Jefe”, ocupaba una casa que parecía una fortaleza por la seguridad con matones y si alguien se acercaba a formular algún reclamo, ordenaba a sus secuaces que los “ajusten”, informó la PNP.

Según el  (Mininter), su lugarteniente era Lady Pinto Ríos de Cárdenas, alias “Tía Lady”, quien a la vez fungía de tesorera al recolectar el dinero por los cupos. El traficante contaba, además, con un encargado técnico profesional: Christian Esplana Huamán, alias “Christian”, y un extenso grupo de “chalecos” o matones a su disposición, así como una amplia red de testaferros, entre los que figura Luis Alberto Ríos Sánchez, más conocido como “Chito Ríos”, en los años 90 vinculado al Partido Aprista Peruano y al Comando Rodrigo Franco.

Estafa. 

Cada año, al aprovechar que más gente llegaba a la zona pensando que todo era legal, el precio por los terrenos subía.

Los problemas se desataban, posteriormente, cuando utilizaban a sus víctimas para que duerman en la vía pública y ocupen otros lotes que ellos querían usurpar. Si no cedían a sus mandatos, los extorsionaban, amenazaban y hasta demolían sus casas

“Quien no pagaba o no hacía vigilancia era atemorizado. Si no pagábamos, nos sacaban y botaban, nos quitaban todas nuestras cosas y las desaparecían, y después ya no nos dejaban entrar”, contó una de las víctimas, quien teme represalias.

(FOTO) Semidesnudos encontraron a uno de los integrantes de "Los secos del sur"

La actividad delictiva del “Jefe”, quien tenía sus centros de operaciones en el distrito de Pachacámac y en la provincia de Huara, es de muchos años atrás. En 2013 fue denunciado por Mario Acapuclla, presidente de la comunidad vecina de Santa Rosa de Manchay, por utilizar matones para invadir terrenos .

A raíz de eso impedían el ingreso de los pobladores de Santa Rosa a Llanavilla. Uno de los vecinos de Santa Rosa, quien también pidió mantenerse en el anonimato, contó que un hermano suyo vivía en Llanavilla y tuvo que ingresar a su funeral escondido en una maletera. “Si yo hablo de más, mañana puedo amanecer muerto”, dijo consternado.

“Los Secos del Sur” también eran investigados por dedicarse a la usurpación de terrenos en el kilómetro 125 de la carretera Panamericana Norte y en la zona del cementerio clandestino de Villa María del Triunfo.

MEGAOPERATIVO. 

Luego de varios meses de seguimiento, las autoridades pudieron dar el golpe contra la banda. En el operativo se allanó 32 inmuebles de la organización y se detuvo a Bernardino Esplana y a 18 de sus compinches, quienes opusieron resistencia a la intervención.

De acuerdo con la Fiscalía, se incautó 200 mil soles que tenían escondidos en los predios. El dinero sería producto de las extorsiones. Los pobladores afectados saludaron el apoyo de las autoridades y dijeron estar un poco más tranquilos. Sin embargo, ahora deben de lidiar con otros problemas, como la pérdida del dinero invertido y tener documentos de propiedad falsos.

“Por esta zona han ocurrido asesinatos, violaciones y secuestros, entre otros delitos“, señaló un vecino de la comunidad de Llanavilla.

CIFRA

25 años de prisión es la pena mínima para el delito de sicariato, desde el año 2015.

112 son los operativos del Ministerio del Interior contra los traficantes de terrenos.

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