¡Terribles cifras! Feminicidios se incrementan, pero falta seguimiento de casos
¡Terribles cifras! Feminicidios se incrementan, pero falta seguimiento de casos

En las últimas dos semanas, una universitaria y madre de dos hijos fue asesinada por José Málaga, conserje de un edificio de Surco, que sin remordimiento la asfixió tras intentar violarla. En La Victoria, una profesora y joven mamá murió a manos de su conviviente Efraín Muñoz Velásquez, quien la estranguló delante de su hija en el cuarto donde vivían.

Una tercera madre de familia, quien tiene su casa en San Martín de Porres, se salvó de morir tras ser golpeada con un martillo por su pareja Luis Silva Panaifo.

Todas estas mujeres formarán parte de las estadísticas que registra el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) sobre un problema social que se agudiza cada día más: la .

Según la última base de datos del sector, solo en los primeros cuatro meses de 2017 en el país han ocurrido un total de 35  (muerte de las mujeres por su condición de tal) y 83 tentativas de este delito.

En comparación con el año pasado, la cifra de muertes crece, pues en el mismo periodo hubo 31 mujeres que fallecieron y 85 se salvaron de morir.

Lima Metropolitana lidera el mapa de la violencia con 27 casos. Le siguen Arequipa, Áncash, Ayacucho, Ica, Cusco, Huánuco y La Libertad.

El reporte del MIMP revela que las féminas de 26 a 35 años (38.1%) y de 18 a 25 años (29.7%) son las principales víctimas de feminicidio y tentativas de este tipo de homicidio. Asimismo, hay un aumento de agresiones en aquellas que tienen entre 36 y 59 años.

La mayoría de agresores tenía o tuvo un vínculo sentimental con su víctima y cometió el crimen o lo intentó en un espacio íntimo, como el cuarto que compartían (ver infografía).

Los Centros de Emergencia Mujer (CEM) registran 26 mil 83 casos de violencia familiar y sexual, en los cuales la mujer (85%) es la principal afectada.

DIFICULTADES. 

Los más preocupante de las estadísticas es que solo el 47% de las víctimas de intentos de feminicidio denunció el hecho ante la Policía y apenas 10 lograron obtener una medida de protección.

Para Rosa Mavila León, defensora adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, esto sucede porque existen barreras que impiden la protección a las mujeres y su acceso a la justicia.

“La mujer que llega a ser asesinada, previamente fue maltratada. Las cifras demuestran que el Estado no aplica de forma correcta las medidas de protección contempladas por la Ley 30365”, refirió.

La norma, explicó, presupone una acción urgente por parte de la Fiscalía y la Policía cuando una mujer denuncia una agresión. Se puede evitar que el agresor se acerque a la víctima o lograr que se retire del hogar. Sin embargo, el 95% no recibe ninguna medida de protección o ella termina como simbólica. “No hay una autoridad que haga el seguimiento de los casos”, acotó.

Agregó que todavía existen nudos procesales en la atención de las víctimas. “Por ejemplo, cuando interponen una primera denuncia no hacen un examen de perfil psicológico de la agresión. Asimismo, en las comisarías se debe firmar una ficha de valoración de riesgo, que es un registro de los maltratos, y en caso de ser frecuente se puede detener al victimario”, sostuvo la experta en derecho penal.

LEYES. 

En tal sentido, Jill Ruiz, miembro del Paro Internacional de Mujeres Perú, señaló que las “víctimas de violencia vuelven a ser agredidas por las instituciones del Estado, jueces y fiscales cuando cuestionan sus denuncias, no las reciben o les ponen trabas”. Lo mismo sucede con decisiones como la del Congreso de derogar leyes con sanciones más duras.

Además, consideró que para detener el feminicidio se necesitan mayores políticas de prevención y cambios estructurales en la educación, como el que ya se dio al incluir la temática del género. “La seguridad de las mujeres se ha convertido en un tema de Estado y lo que se requiere son mayores acciones y menos violencia por parte de nuestras autoridades”, dijo.

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