Yenifer Reyes, domadora de máquinas y ejemplo de lucha y superación
Yenifer Reyes, domadora de máquinas y ejemplo de lucha y superación

Si algo caracteriza a esta joven es la pasión por lo que hace y sus ganas de seguir a prendiendo. Yenifer Reyes de la Cruz, a sus 22 años, es de las pocas mujeres que ha vencido prejuicios sociales y se ha convertido en una experta conductora de maquinaria pesada.

Después de su paso por algunas empresas dedicadas al rubro de la construcción, hoy labora para la Municipalidad Provincial de Huánuco. Es responsable de la operación del Bomag, una maquinaria de compleja manipulación, en el botadero de Chilepampa, lugar donde se hace la disposición final de los residuos sólidos de la ciudad de Huánuco.

LABORES

La acompañamos un día en su trabajo. Se puso el traje, sus implementos de seguridad y se subió a la máquina. Sus delicadas manos echan andar y trabajar al Bomag. Llegan los camiones recolectores de residuos sólidos y los descarga. Allí entra Yenifer Reyes con su maquinaria, extrae tierra y recubre los inservibles.

“Compactamos y posteriormente hacemos un relleno con una capa de 30 a 60 centímetros de tierra, para evitar la contaminación ambiental”, explica.

“Llevo más de dos años en este rubro. Desempeñando el manejo de equipo pesado. En la Municipalidad de Huánuco tengo siete meses. El resto del tiempo estuve en otras empresas”, señala.

Nos cuenta que empezó solo con cursos de manejo, después decidió estudiar maquinaria como carrera técnica. Estudió nueve meses. Luego tuvo la oportunidad de trabajar en algunas empresas y así entró a prestar servicios a otras más reconocidas.

Nadie en su familia se dedica a la conducción de maquinaria. Ella ha decidido ser la primera. “Todo empezó por curiosidad. Vi un equipo pesado y me llamó la atención. Me inscribí a algunos cursos, así inicié a conducir y relacionarme con el equipo. Luego me agradó y decidí seguir aprendiendo”, cuenta.

ORGULLO

En el poco tiempo que lleva al volante, ha conducido también excavadoras hidráulicas y otras que requieren mayor pericia. Antes de llegar al municipio, laboró en la Central Hidroeléctrica de Chaglla, operando maquinarias.

Resalta que actualmente los equipos son hidráulicos, no mecánicos como antes. “Antes era necesario utilizar la fuerza, ahora con un simple toque la máquina te responde, es suave”, comenta.

Yenifer dice que sus compañeros cuando la ven operando una maquinaria sienten admiración porque son pocas las mujeres que trabajan con una maquina pesada. “Yo me siento orgullosa de desempeñar un trabajo que antes estaba considerado que solo los hombres podían realizar. Gracias a Dios ahora se ha abierto oportunidades en los diversos campos”, expresa.

La joven menciona que en la Central Hidroeléctrica de Chaglla tenía compañeras que eran de Huánuco, que también operaban equipos de maquinaria pesada, a la par de los varones, sin inconveniente.

El sueño de Yenifer es dedicarse a aprender y mejorar. Así, operar maquinarias más complejas, por ejemplo, las excavadoras. A la edad que tiene, dice, le falta mucho por aprender. “Seguiré así hasta convertirme en instructor. Me gustaría seguir escalando, avanzando, como cualquier persona que busca su mejora personal y superación”.

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