Es un vegetal alargado, de piel lisa y contenido muy carnoso. Suele ser de color morado, pero también hay blancas, púrpuras y verdes. Se consume con la piel en diferentes preparaciones, por ejemplo, a la plancha o parrilla, en guiso, lasaña o rellenas.
Cada 100 g de berenjena cruda aporta 24 calorías, es ideal para incluir en dietas controladas en calorías, también su piel carnosa aporta saciedad. Esta verdura no contiene grasa, es pobre en proteína, no es de alto valor nutricional salvo por su contenido de potasio que es moderado. Sin embargo, es muy útil en la dieta ya que en su piel concentra fitoquímicos de alto beneficio a la salud.
Se han estudiado los componentes de la piel de la berenjena, principalmente el ácido caffeico, ácido clorogénico y nasunin, que han mostrado ser capaces de proteger las membranas de nuestras células. Cuando estas membranas se dañan, se presentan enfermedades degenerativas como el cáncer.
Estudios en animales han mostrado mejorar la circulación sanguínea. Al parecer, también podría ayudar a reducir los niveles de colesterol malo.
Finalmente, la berenjena contiene solanina, un alcaloide tóxico en el fruto poco maduro pero que desaparece en la cocción y en el proceso de maduración del fruto.
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