Debido a su preponderante papel en la formación de proteínas, el magnesio tiene importancia de primer orden en la inmuno-respuesta del organismo, en la formación de anticuerpos (defensas).
En la artrosis estimula la reposición del cartílago, formando el colágeno y elastina para evitar su desgaste. Con una dieta equilibrada con vitaminas, proteínas y minerales, la primera mejora es la liberación del “agarrotamiento” que se tiene en todo el cuerpo
En arteriosclerosis. El tratamiento con magnesio y supresión de grasas sólidas mejora la arteriosclerosis, aparte de la acción que ejerce sobre el correcto metabolismo de los lípidos (grasas y colesterol), impide la calcificación de los ateromas existentes, los desincrusta.
En cálculo renal. La carencia de magnesio provoca la formación de fosfatos en los riñones y cálculos de oxalato. Existe déficit magnesiano en personas que han hecho tratamientos prolongados con diuréticos.
En trastornos neurológicos y psíquicos. Está demostrado que el déficit de magnesio es causa de trastornos como: dolores de cabeza, vértigos, insomnios, lipotimias, fatiga visual y temblores en los párpados.
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