Foto: (Instagram/@armandomanzaoficial)
Foto: (Instagram/@armandomanzaoficial)

¡Qué tal! ¿Cuántos de ustedes, seguidores de Ojo, se templaron con las canciones de Armando Manzanero? Muchos, con toda seguridad. En especial, los que peinamos algunas canas porque, hoy, imperan géneros musicales más desentonados, ¿verdad? Y es que el chato inmenso mexicano, que nos dejó este lunes, a los 86 años, golpeaba directo al corazón.

Era un cirujano con las letras. No en balde es considerado uno de los grandes compositores en lengua española de la historia de la música. El Perú palpitaba con su voz, suavecita como un susurro, que también ayudaba a remendar algunas desilusiones y frustraciones. Y de esos vericuetos de la vida, Manzanero sabía bastante.

Su carrera estuvo tan llena de éxitos como de conquistas amorosas. Se casó en cinco ocasiones, pero sumó una retahíla de mujeres. En efecto, Manzanero deja himnos románticos, como Adoro: “Y me muero por tenerte junto a mí/Cerca, muy cerca de mí, no separarme de ti”. O “Esta tarde vi llover/Vi gente correr/Y no estabas tú”. Y en vivo, sentado al piano, se hacía más grande, levantado por el aplauso del auditorio.

Somos novios es otro de sus temas que mueve los conchos de cualquier pareja. “Amar profundamente a alguien nos da fuerzas, sentirse profundamente amado por alguien nos da valor”, era una de sus premisas que, además, transitaba en sus más de 400 temas. Y no solo escribió para él. El genio le sobraba para entregarle canciones a otros artistas, como Luis Miguel, Alejandro Fernández, Chavela Vargas, Angélica María, entre otros.

Manzanero “era el tipo más artista, desde el último pelo hasta la uña del pie”, como diría Joaquín Sabina. Pero este virus maldito es tan faltoso que no respeta ni a los maestros, como don Armando, que menos mal ya tiene la gloria ganada. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana. Adoro, la calle en que nos vimos, la noche cuando nos conocimos…