En la vida hay amores/Que nunca pueden olvidarse/. Imborrables momentos/Que siempre guarda el corazón/.

Pero aquello que un día/Nos hizo temblar de alegría/Es mentira que hoy pueda olvidarse/Con un nuevo amor.

Inolvidable, canción de Luis Miguel, que bien puede estar cantando en este momento , el popular “Loba”.

Y es que, como decíamos ayer, el amor y la fidelidad no están vedados en el balompié. Ciertamente, hay quienes pueden jugar hasta para el diablo, pero también existen personas como Lobatón que prefiere no besar otras bocas, obviar nuevas ansiedades y seguir con la celeste encima.

A los 39 años, el volante quería seguir pegándole a la pelota con ese buen pie que lo caracteriza y Cristal tenía otros planes para él, pero ya no como jugador. Se fue a su casa a meditarlo, habló con otros equipos, no obstante, su corazón latía espuma -aunque ahora el Sporting ya no es chelero- y decidió pegar la vuelta.

“Desde que entré en la mañana y me encontré con muchas personas, me di cuenta que esta sigue siendo mi casa”, dijo esta mañana al volver a La Florida para repasar su nuevo cargo administrativo.

En buena cuenta, Lobatón volvió al amor que lo quiere bonito y busca que enjevezca con él.

Ya lo dijo Cristiano Ronaldo: “Tu amor me hace fuerte, tu odio me hace imparable”.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico romanticón, hasta el lunes.