¡Qué tal!

Son muchas las preguntas y no menos las respuestas sobre el nombramiento de , en reemplazo de Vicente Zeballos.

Empecemos diciendo que las redes sociales hicieron tendencia a Cateriano, destacando en primer lugar su “mochila pesada”, en la que se incluye su desafortunada frase: “Nadine Heredia me ha dado luz verde para lo del PNUD, ahora sí vamos a empezar a comprar”.

A renglón seguido, se abunda en que el mensaje de este cambio en el premierato es que el gobierno de Martín Vizcarra seguirá confrontando con el Congreso cuando lo que necesita el país en este momento es consenso. A ver. Lo de su sumisión a Nadine parece no ameritar mayor discusión.

El audio es claro. Pero lo que también es cierto es que Cateriano es un buen operador político, con las armas necesarias para defenderse y ser de paso el escudo del mandatario. Por ejemplo, para el fujiaprismo, debe ser un baldazo de agua helada.

Además, este parlamento impresentable que tenemos habrá de pensarlo dos veces para convocarlo o interpelarlo porque siempre anda bien preparado y habla claro y fuerte. El presidente, mirando de reojo a su nuevo premier, habló de un gabinete “consistente y renovado”, cuyo objetivo principal será “luchar contra la pandemia hasta derrotar al virus, fortalecer la recuperación económica y darle continuidad a las reformas con el fortalecimiento de la democracia”.

Suena bonito y ojalá se plasmen estas ideas madre con el gabinete Cateriano.

El Perú no está para peleas ni guerras porque el enemigo en común anda suelto y se llama Covid-19. En ese sentido, la incorporación de Pilar Mazzetti a la cabeza del Minsa resultará vital. Mazzetti tampoco tiene pelos en la lengua y eso lo ha demostrado como mandamás del equipo Covid. Muchas veces tuvo posiciones discordantes con las del propio ministerio. Ahora la queremos ver con toda la sapiencia del caso.

Vamos Perú, que sí se puede. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.