No es chiste. Si ponemos atención a los eventuales representantes que llevaremos al próximo , corremos el peligro de pasar de Guatemala a guatepeor.

Sería como que no pasó nada y que la disolución (el disolver) fue casi por las puras. Y, como dice la canción, toda repetición es una ofensa.

Lo que se demandaba con urgencia era un Parlamento limpio, serio, renovado, sensible, con Padres de la Patria que sepan legislar, sin embargo, los candidatos que empezamos a ver en las listas no nos garantizan absolutamente nada de eso.

Por ejemplo, Lucía de la Cruz es una extraordinaria cantante criolla, muchos dicen que tiene mejor voz que Eva Ayllón y estoy de acuerdo con eso, pero como congresista no la vemos.

Y no porque no tenga argumentos para el cargo. Claro que no. Lo que pasa es que será una gestión congresal corta y mientras aprende qué cosa es un proyecto de ley o una comisión, la legislatura habrá terminado. Yo la prefiero en los escenarios.

Y así por el estilo. Vemos que siguen los Mulder, las Chávez, las Bartra. Y si no está Mamani o Becerril es porque ya sería mucho roche.

Aquí ya les hemos pedido varias veces: voten bien, por gente que no crea al Congreso un sitio donde matar el tiempo y ganar un buen sueldo. En guerra avisada…

Y esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta el lunes.