Fotos: Gonzalo Córdova | Diario Ojo
Fotos: Gonzalo Córdova | Diario Ojo

Qué tal.

El hecho de que los domingos se abran para salir a los comercios o negocios cercanos, pero sin el uso de vehículos, es decir, que vamos a tener que caminar, denota una prueba de confianza de parte del Gobierno en la población.

Si las cifras de contagios y fallecimientos por la han descendido en las últimas semanas es la resultante, entre otras cosas, del toque de queda dominical y la comprensión de buena parte de los peruanos de que es vital respetar los protocolos de prevención. Y esto último es una buena noticia.

Sigamos en ese camino, entonces, empezando por el cumplimiento del distanciamiento social y las nuevas modalidades de saludo que recomienda la OMS: llevarse la mano al corazón o una venia, al estilo chino. Punto. No más codito, no más choque de puños ni de pies; menos los abrazos y los besos.

Dicho de otro modo, acercarse a otra persona puede ser dañino para la salud, y si es sin mascarilla (o la mascarilla mal puesta) y protector facial, la posibilidad de caer en las garras de la Covid-19 es mayor.

La premisa es única: todo depende de nosotros para no ser aliados del virus. Como predica el Gobierno: “El virus no mata solo, no seamos cómplices”.

Y eso de que, a partir del lunes, el toque de queda comience a las 11 de la noche en las regiones y provincias donde no hay cuarentena focalizada, también suena a buena decisión siempre y cuando sirva para curarse en salud. Por ejemplo, no queremos ver colas y aglomeraciones en los supermercados, como suele ocurrir los sábados por la noche.

Tenemos que ser constantes. No bajemos la guardia. Dejemos el triunfalismo. No cantemos victoria. Este virus es maldito. Traicionero. Te ataca por la espalda. La ministra Mazzetti se mata indicando que varios países tuvieron que volver a las cuarentenas por la irresponsabilidad de la gente que derivó un rebrote de la enfermedad. ¡Apostemos por la vida!

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.