Lurín lo quiso: Reimond Manco, aquel “Jotita” que pintaba para crack y que hoy salta de uno a otro equipo local, será su regidor y, constantemente, tendrá que abandonar las canchas para ir a la municipalidad a fin de cumplir con su encargo de funcionario. Ser regidor no es una broma y eso debe tenerlo muy claro. Como tampoco lo es ser consejero regional, cargo al que accedió el buen “Cachete” Zúñiga, exgoleador del Melgar arequipeño. El fútbol siempre ha coqueteado con la política y no está mal. Lo primordial es que cumplan el encargo que el pueblo les dio y que no solo les preocupe la dieta.
OJO CON ESTO:
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