¡Qué tal! Los peruanos, cuando queremos, somos solidarios, preocupados por el prójimo, empáticos, dadivosos. En resumen, buena gente. Pero, en ocasiones, también somos insensibles, crueles, malas personas, trogloditas; en buen romance, pésimos compatriotas.

Y lo decimos directo y sin escalas: cómo es posible que se esté aplicando por el maldito virus. A quienes están incurriendo en este delito debe aplicárseles todo el peso de la ley.

La Contraloría ya anunció que la Subgerencia de Evaluación de Denuncias viene investigando las alertas sobre vacunación contra la COVID-19 que habrían sido aplicadas con jeringas vacías en adultos mayores. La indagación permitirá identificar los hechos y determinar responsabilidades”. Y es que no puede ser de otra manera. Aquellas personas que cayeron en el avivato no merecen seguir en el sistema de salud bajo ningún alegato porque, sabido es, que gallina que come huevos, aunque le quemen el pico. A su turno, el Minsa anunció que se pondrá las pilas en el tema.

Y cómo no si es su obligación. “Estamos hablando particularmente de 3 casos que se han presentado en un escenario de más de 2 millones de aplicaciones de dosis. Estos tres casos están plenamente identificados, tanto en personas como en lugares. Se han producido en el Vacunacar de la Universidad Agraria de La Molina, en el vacunatorio de Santa Anita y en el vacunatorio del Campo de Marte”, dijo su vocero Arturo Granados.

Señor, así sean tres casos, se trata de tres vidas que están en peligro por vacunas de aire. Vamos a esperar las conclusiones sumarias que el ministerio de Salud ha prometido para este jueves. El propio presidente Francisco Sagasti dijo que revisarán si se trata de un hecho criminal, que ameritará una sanción ejemplar a los responsables, y, de paso, vigilarán que se cumplan los protocolos.

El consejo para las personas que acompañan a los adultos mayores es que estén a cuatro ojos al momento de la inmunización. Y que sigan llegando las vacunas y avance la inoculación. Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.