ojo crítico
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Jaime Asián

Estamos ante un día noticiosamente riquísimo, como se esperaba. Un jueves pródigo, pero también lapidario, sobre todo para el .

Y es que no es poca cosa que el mismísimo, exsecretario de , confiese finalmente que provenientes de las manos coimeras de Jorge Barata, hombre fuerte de Odebrecht.

Si esto tiene asidero, García Pérez empezará a morir hoy, a seis meses de su desaparición, y el disparo del 17 de abril de 2019 será una penosa anécdota y punto.

Lo decimos porque todavía quedaban creyentes de las frases “el que no la debe, no la teme” y “otros robaron, yo no”. Con su “demuéstrenlo, pues, imbéciles” de yapa.

La voz de Nava conlleva peso y debe haber tenido justificadas presiones para echar a su exjefe, que seguramente ahorita tiene insomnio en la eternidad. Hasta contó que Barata le obsequió dos relojazos.

Las cerezas de la torta noticiosa fueron que el TC mandó a su casa al primísimo de Pedro Olaechea, Gonzalo Ortiz de Zevallos, y que el 29 de octubre el Tribunal, en voz del magistrado Carlos Ramos, decidirá si admite la demanda contra la disolución del Congreso.

Estoy seguro de que, al final de la jornada, el presidente Vizcarra se echó una sonrisa.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.