¡Qué tal! Conversé hace poquito con don Juan, El señor del taxi, que tiene su columna los miércoles en diario Ojo y, la verdad, con esa sapiencia de los hombres del volante, le marcó la cancha a respecto de lo que debería hacer en el debate del 30 de mayo para terminar de frenar y pasar a su contrincante Pedro Castillo.

Y dice así: “Mire don Jaime, ha quedado demostrado que, pese a ser profesor, Castillo solo habla de generalidades; no tiene metodología ni es didáctico para exponer sus ideas.

Por ese flanco debe atacar Keiko, apelando a un arsenal de propuestas que toquen el corazón y el cerebro de la gente. Debe subir al estrado con la consigna de que se juega la vida, políticamente hablando.

Recuerde, don Jaime, que la señora Fujimori lleva tres campañas presidenciales encima y, con esa experiencia, podría pasearse con el postulante de Perú Libre, que promete y promete sin entrar al cómo, al estilo de su equipo técnico. Lo de Juan Pari, por ejemplo, fue un chiste.

Lo que Castillo tiene bien aprendido es que quiere cambiar la Constitución con una Asamblea Constituyente. O sea, la costumbre de todos los caimanes que gustan entornillarse en el poder bajo un modelo extremista.

Ahí, con un obús verbal implacable, Keiko tiene que decirle al populórum que más que perder tiempo en un trámite como ese, que bien puede tratarse sin mayores sobresaltos en el Congreso, ella incidirá en los tres ejes mencionados por Luis Carranza: Tu salud, tu comida y tu trabajo, con un fuerte impulso de la inversión privada.

El otro día Fernando Rospigliosi dio buenos golpes en el tema de la seguridad. Para nosotros, los taxistas, es el gran tema.

A diario vemos que la población camina asustada, con miedo. El mensaje de Keiko tiene que garantizar la tranquilidad en la familia y la paz en las calles. Y un rubro no menos interesante es la crisis sanitaria. Don Jaime, por qué la señora Keiko no asegura la construcción de megahospitales con tecnología de punta. La gente se está muriendo y la pandemia no se acabará mañana. Gracias a don Juan. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.