A propósito del ocaso o la tumba política que cavó tras la difusión de un video en que se le ve corriendo, como si hubiese visto al diablo, luego de abandonar a una amiguita -con la que almorzaba entre globos y velas- al desatarse un amago de incendio, hay otros casos de candidatos que solitos se pusieron la cruz o la soga al cuello.

Veamos. ¿Por qué Lourdes Flores perdió la alcaldía de Lima en las elecciones de 2011? Porque, meses antes, el 15 de setiembre de 2010, Jaime Bayly propaló una conversación entre la popular “Lulú” y Xavier Barrón en la que, molesta por una encuesta en su contra, ella estampó la legendaria frase: “Métanse la alcaldía al poto”. Después también tentó la vicepresidencia con Alan en 2016, y naca la piriñaca.

¿Por qué Alfredo Barnechea, candidato de Acción popular, se quedó con las ganas en los comicios presidenciales de 2016, que finalmente ganó Kuczynki? Porque poquísimos días antes de la elección se le ocurrió despreciar un pedazo de chicharrón que le ofreció una comerciante de Cañete. Ya antes había choteado un sombrero de paja en Jauja.

Lo que deberían saber Guzmán, Lourdes, Barnechea y la misma Keiko, que ha postulado hasta para la presidencia del Club de Rotarios, es que los chanchos no vuelan y que al voto se le respeta. Si hay que comer tierra hay que hacerlo.

Esto fue todo por hoy, voy por un chanchito al palo, cierro el ojo crítico, hasta mañana.

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Incendio en Villa El Salvador. (@brittanycristobal)
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