Foto: GEC | Diario Ojo
Foto: GEC | Diario Ojo

Qué tal.

Duele aceptar que, con más de 200 mil compatriotas contagiados, aún no hemos aprendido nada de nada en cuanto a la mimetización con el miedo a ser víctimas del mortal .

¿Cómo vamos a llegar a la meseta si por ejemplo la Vía Expresa Grau, entre las avenidas Manco Cápac e Iquitos, ayer parecía un hormiguero? Gente como cancha. Un despelote total.

Lo mismo ocurrió en Bausate y Meza con Parinacochas y otras calles de este distrito, discípulo de la terquedad.

Cientos de comerciantes y compradores, juntos y revueltos, sin distanciamiento que valga, protagonizan una acción realmente temeraria y de desacato a las normas sanitarias y de seguridad dictadas por el Gobierno.

El propio alcalde Forsyth ha pedido: “No vengan a La Victoria, somos el distrito más infectado de todo el Perú”, pero naca la pirinaca. Se ha instalado una normalidad a la prepo. ¿Y así quieren que se reabra ya mismo el emporio Gamarra? No, pues.

Si a esto le sumamos la presencia de buses desesperados por recoger pasajeros, realmente se la estamos haciendo fácil al famélico coronavirus.

Nosotros solo vemos una solución: mano dura contra los infractores. Si no entienden por las buenas, los estados de emergencia y sanitario deben permitir una acción más drástica. No hay de otra. Si no, esto pinta para una hecatombe, si ya no lo es.

Con esta cifra de contagiados, más de 200 mil, Perú ya es el octavo país en el mundo y eso tampoco nos conmueve ni nos mueve un pelo.

Como dijo el Rey de España: Ahora tenemos que resistir, que aguantar, y tenemos que adaptar nuestros modos de vida y nuestros comportamientos a las indicaciones de nuestras autoridades y a las recomendaciones de nuestros expertos para ganarle al virus.

¡Ya basta de tanta indolencia! Hay hambre, cierto, pero si no hacemos la lucha, si cada uno de nosotros no somos parte de la solución de esta crisis, entonces solo nos queda santiguarnos.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.