Si bien el (JNE) resolvió que los congresistas disueltos no tienen impedimentos para candidatear en los comicios de enero próximo, estos no pueden cantar victoria, ni mucho menos.

Y lo decimos por dos cosas importantes que son vinculantes: (La primera) El 77% de los peruanos no dará su voto a ninguno de ellos, y le jugará sus fichas a personajes nuevos en política, descontaminados, según la encuesta difundida este martes por Datum.

Y (la segunda) todavía está reciente y vigente ese slogan que se escuchaba en las calles y plazas de todo el país hasta antes de que Martín Vizcarra le ponga llaves al Parlamento Nacional: ¡Que se vayan todos!

Hasta ayer había unos 19 congresistas pulverizados que tercamente buscan depositarse en una curul. Es posible que, después del pronunciamiento del JNE, esta lista se incremente porque son tentadoras y adictivas las gollerías que recibe un padre de la Patria.

Además, hay teorías de que el pueblo peruano olvida rápido y no tiene memoria. Yo diría que algo de eso hay, pero sobre todo me preocupa que en el Congreso disuelto muchos ya habían perdido la vergüenza y fácil pueden acomodarse en cualquier partido. Y ahí está el peligro.

Y esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.