Con OJO crítico: Que Dios lo juzgue
Con OJO crítico: Que Dios lo juzgue

La muerte de , por mano propia, ha despertado los sentimientos más profundos de miles de peruanos. Unos que lloran su partida abrupta y otros que hubieran preferido verlo vivo y tras las rejas. 

Lo cierto es que el dos veces presidente electo por voto popular optó por acabar con su vida antes que pisar una cárcel. “No me verán enmarrocado”, dijo alguna vez; y “creo en la vida después de la muerte”, declaró en una de sus últimas entrevistas. 

Alan García Pérez ya no será juzgado por las leyes humanas; sin embargo, tras su decisión de apretar el gatillo para quitarse la vida, optó por voluntad propia a someterse al juicio de la historia y a la de Dios. Como católico confeso que fue, que sea Dios quien lo juzgue.

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