¡Qué tal!

¿Qué historia está escribiendo el lápiz luego de que el JNE le diera luz verde para tomar las riendas del Perú? Veamos la radiografía de sus cabezas visibles.

El presidente ha cumplido un mes en el cargo y, valgan verdades, ya sea por responsabilidad directa o indirecta, el país cada vez está peor desde el inicio de su gestión. ¿O es mentira que el dólar sigue rompiendo sus niveles históricos? ¿O las amas de casa se quejan por las puras en los mercados? ¿O el gas no está por las nubes?

Lo más grave de su perfil de mandatario es que la mayoría del “pueblo”, como lo indican las encuestas, percibe que tiene menos capacidad de mando que Vladimir Cerrón. Y todavía no vemos el estatequieto respectivo.

Se cree el dueño del circo porque su partido fue la plataforma política que ganó las elecciones generales, y está tan famélico de poder que no le interesa quitarle protagonismo al profesor chotano adelantando opinión o informaciones de gobierno a través de su cuenta de Twitter. Perdió a Héctor Béjar en la Cancillería, pero todavía tiene discípulos en el Gabinete Bellido que, increíblemente, acaba de lograr el voto de confianza del Congreso de la República.

En todos los idiomas, incluido el quechua, le han exigido que deje la PCM porque carga una alforja pesada sobre sus hombros, sin embargo, al premier no le entran balas y hoy, envalentonado por la investidura, hasta amenaza con apelar a la cuestión de confianza si el Legislativo decide interpelar a los ministros que deberían irse junto a él. La desconfianza que prima en los agentes económicos y que le hace mucho daño a nuestra patria tiene como uno de los puntos de partida su escritorio.

¿Y cuál es el hilo que une a esta triología de Perú Libre? El “combo desestabilizador referéndum-asamblea constituyente-nueva Constitución”, como lo llama el economista Manuel Romero Caro, que no estuvo en el discurso ante el Parlamento y habrá que ver qué estrategia tienen para este compulsivo capricho del cerronismo. Porque es es su sueño máximo.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, cuídense, hasta mañana.