Señor presidente constitucional de la República, Martín Vizcarra, ¿no ha llegado el momento de que la seguridad ciudadana sea declarada una política de Estado A-1, tanto o más importante que la reforma política?
Se lo preguntamos porque, si bien necesitamos mejores partidos políticos y llevar dignos representantes al Congreso y al mismo Palacio de Gobierno, la delincuencia ya tocó niveles incontrolables y la población vive con los nervios de punta, por decir lo menos.
En las calles impera la terrible amenaza de que, si no te dejas cogotear y arrebatar el teléfono o la cartera, te aplican un balazo y, en el mejor de los casos, te arrastran hasta conseguir su cometido.
Literalmente, la vida no vale nada para esta manada de uñas largas que a diario ataca a los transeúntes, amas de casa, comerciantes, pequeños negocios frente a una Policía que quiere, pero no puede hacer mucho.
Señor Presidente, si tanto le gusta subir en las encuestas de opinión como dicen algunos analistas, lograr una mayor tranquilidad en las calles le daría hartos puntos de aprobación. Piénselo.
De esta manera, además, le tapará la boca a los criticones gratuitos de siempre del Congreso.
Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.
Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.
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