La coyuntura está más enredada que una pelea de pulpos. El Tribunal Constitucional acaba de admitir a trámite la demanda competencial que presentó el presidente de la Comisión Permanente, , contra la disolución del Congreso a manos del mandatario .

Los fujiapristas y sus aliados podrían haber saltado hasta el techo de contentos tras esta decisión, sin embargo, les aguó la fiesta el hecho de que el TC rechazó la medida cautelar, también presentada por Olaechea, para suspender el cierre del Parlamento y que llamados padres de la Patria vuelvan a sus curules.

En buen romance, los pulverizados congresistas recibieron hoy dos noticias: una relativamente buena y la otra recontra mala. La supuesta buena seguirá todavía un tranco largo de análisis y debate, con notificación a Ejecutivo incluida, hasta que el Tribunal vuelva a emitir un veredicto. Y la mala confirma que están hechos y que solo opera la Comisión Permanente.

Mientras tanto, como lo ha expresado el ponente de la causa, Carlos Ramos, el proceso para las elecciones de enero próximo no sufre ningún cambio y vamos rumbo a elegir a un nuevo Congreso. O sea, las resoluciones del Tribunal, en este caso, más tienen un carácter de forma que de fondo.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.