¿Cómo un impresentable como Alejandro Toledo pudo llegar a la presidencia del Perú? Cierto es que veníamos de la podredumbre fujimorista y había una desesperación por cambiar el rumbo del país, pero también nos fuimos de cara con el “Cholo sano y sagrado”.
Además de las coimas de Odebrecht, se suman los escándalos para que reconozca a su hija Zaraí, las andanzas de los hermanos, su apego a la botella -hasta tenía avión parrandero- y ahora, pese a estar prófugo, se corona como borracho empedernido al ser detenido en EE.UU. por pasarse de vueltas a la salida de un restaurante en San Francisco. Qué vergüenza.
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