Dicen que Dios perdona el pecado, pero no el escándalo. Bajo esta premisa,, la esposa del jugador , lo echó -ipso facto- de la casa familiar tras el ampay saliendo con otra mujer de un conocido hotel de San Miguel.

Otra sentencia escrita es que la no se perdona -bueno, algunas personas creen que sí- y el arquero de la Selección y de Alianza Lima sabía en lo que se metía y las consecuencias que podía traerle esta escapadita nocturna. Al final cayó en su trampa y allí estuvieron los chacales de Magaly Medina para grabarlo en offside.

Y parecía un muchacho tranquilo, respetuoso de su hogar y de su camioneta. Cuídame Dios de las aguas mansas, que de las bravas me cuido yo, cae a pelo. Lo lamentable es que Gallese es uno de los ídolos que nos llevaron al Mundial y ahorita está en boca de todos, incluidos los niños. ¿Y qué dirá Gareca?

Y las sacadas de vuelta están de moda en nuestro país, salvo que unas afectan más que otras. A mí, por ejemplo, me ha dolido en el alma que el gremio empresarial, que se suponía era la reserva económica, también haya caído en la mermelada fácil patrocinando con un billetón a candidatos presidenciales. Ojalá el “caiga quien caiga” que se escuchó en la CADE no sea letra muerta.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, que es más fiel que un perro, hasta mañana.