¡Qué tal! Ajá. Los fallecidos no eran 13,767, como informó hasta este miércoles el Minsa,, según una comisión investigadora, lo que implica que la cifra aún será mayor cuando se contabilice todo junio y julio.

En ese sentido, con el desfase de 3,688 fallecidos que deben sumarse a la cifra oficial, se cumplen los pronósticos de buena parte de la población, especialistas, epidemiólogos, médicos y del propio Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF), que habla de 41 mil muertos, entre sospechosos y no sospechosos.

Este sinceramiento del Gobierno, justo y necesario, pone las cosas en su lugar y da réditos al presidente Martín Vizcarra porque había la sospecha de que se estaban ocultando cifras con un subregistro de personas muertas por el Covid-19.

Estamos seguros de que el carácter de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, ha tenido mucho que ver en sacar a flote estas estadísticas desconocidas, con el agregado de que el Centro de Epidemiología del Minsa también contabiliza 7412 sospechosos.

Y el reconocimiento al exministro porque fue él quien dejó constituida la comisión investigadora con participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Ya lo dijo Shakespeare: “Antes que nada, sé verídico para contigo mimo. Y así, tan cierto como la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie”.

El otro punto importante que abordó el mandatario fue el desborde de casos Covid en Arequip y anunció que, mediante un decreto de urgencia, el Ministerio de Salud asumirá las gestiones para poner freno a los contagios. Prácticamente le están diciendo al gobernador Elmer Cáceres Llica, hazle a un lado inútil, algo que la población mistiana también le ha gritado en su cara.

“Hay recursos, hay voluntad y decisión para atender el problema de Arequipa”, aseveró Vizcarra.

Y, Claro, el Presidente no podía olvidarse (otra vez) de Celia Capira, la madre de familia arequipeña que corrió tras él en busca de apoyo para su esposo que finalmente murió por el virus. Le pidió disculpas y lamentó la muerte de su cónyuge, aclarando que no se dio cuenta de sus pedidos.

Y como no podía ser de otra manera, las condolencias llegaron también para los deudos del “Ángel del Oxígeno” de San Juan de Miraflores, Mario Romero, a quien calificó como un ejemplo de civismo por vender oxígeno medicinal al precio justo. Más información en la web de ojo y mañana en la versión impresa de diario Ojo. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.