¡Qué tal! Hoy te hablo a ti, a ti y a ti, que seguramente votarán este domingo.
-No botes tu voto, por favor.
-Vota por alguien, pero no con los pies, sino con la cabeza.
-Son muchos años con políticos corruptos al mando del país.
-Ahí tenemos la retahíla de exmandatarios procesados.
-Piensa en tu futuro, pero sobre todo en el de futuro de tus hijos.
-Y el gran cambio debe llegar con el Bicentenario.
-Y para eso debemos sentar en Palacio a alguien que honre esta fecha y también las urgencias nacionales.
-Basta ya de presidentes y congresistas que ven al Estado como su botín y el trampolín para llenarse los bolsillos.
-No más lagartos, pero tampoco no más otorongos que eviten morderse entre ellos.
-Cambiemos la flora y fauna políticas.
-Necesitamos representantes del pueblo, no padrastros de la Patria.
-Mira cómo están los hospitales y el sistema de salud: una desgracia.
-Mira cómo está la infraestructura en general: abandonada a su suerte.
-Eso ha pasado porque regalamos el voto a cualquier cacaseno.
-La banda presidencial debe ser sagrada.
-Y la medalla parlamentaria, lo mismo.
-A nivel ciudadano, dejémonos de vainas con la pandemia.
-El virus maldito sigue mutando y hay gente que vive la vida loca, como si no pasara nada.
-Necesitamos chambear, es cierto, pero si no vive no se trabaja. Y no hay muertos vivientes.
-Hay que cuidar la vida, entonces, para poder trabajar; eso implica respetar los protocolos sanitarios: distancia, lavado de manos, mascarilla (ahora doble) y protector facial.
-Una prueba de fuego será las elecciones dentro de tres días: nada de aglomeraciones ni reuniones familiares a posteriori.
-314 fallecidos por día es una barbaridad que debe conmovernos.
-Ya sabemos que las vacunas vienen por puchitos. Y encima algunas se perdieron en el camino.
-Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, dicen.
-Bueno, pues, llegó la hora del punto de quiebre.
-Tengamos un presidente y congresistas que se fajen por la salud y el bienestar de la patria querida.
Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, cuídense, hasta mañana.