La coyuntura está bien movida en el país. El con el tema Chinchero quitándole el sueño, quizá más que el adelanto de elecciones que intenta desinflar el .

La conversa que tendrá el mandatario con el presidente del Parlamento sería el lunes 2 de setiembre. La posición del Ejecutivo es firme: nos vamos todos el 28 de julio de 2020, eso no es negociable; y Pedro Olaechea llevará la premisa del fujiaprismo, que es: No al recorte (o la mamadera).

Por otro lado, Rosa Bartra, la mandamás de Constitución, ya citó para para el 4 de setiembre al primer ministro y al ministro de Justicia. Será el primer round. Y lo hace con adelanto de opinión: si Vizcarra presenta una cuestión de confianza, el camino que va a seguir es la cárcel. Así de brava está la congresista naranja.

Díganme, bajo estas posiciones y amenazas de ida y vuelta, ¿ustedes creen que habrá humo blanco luego del diálogo en Palacio y la citación en Constitución? Parece difícil, salvo que Santa Rosita haga el milagro.

Y, como siempre hemos dicho, el que paga los platos rotos es el Perú, inmerso en un choque de poderes, la institucionalidad herida de muerte y un frenazo económico que agujerea a diario el bolsillo de las mayorías.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.