El buen ejemplo deben darlo los policías
El buen ejemplo deben darlo los policías


El Perú se está convirtiendo en el país de los malos ejemplos y eso lo vemos todos los días en la muy venida a menos Policía Nacional, salvo honrosas y muy pocas excepciones. Lamentablemente se tienen que decir las cosas por su nombre ya que no se puede tapar el sol con un dedo. Ante tanta indisciplina y escándalos hay que actuar con mano dura y eso es lo que tiene que hacer el ministro del interior Wilfredo Pedraza.
Él tiene que acelerar la tan anunciada 'purga policial' aunque no le gusta el término 'purga'. Es que si sigue en ese plan al que lo van a terminar purgando será a él por ineficiente y por su falta de autoridad para tomar decisiones que permitan una completa moralización desde los más altos oficiales que son los que tienen que dar el ejemplo a sus subalternos. No se puede apañar hechos que vayan contra la imagen del PNP como proteger a policías borrachos, abusivos, coimeros, 'tramposos', drogadictos o delincuentes que visten el sagrado uniforme policial.

Es interminable la lista de policías faltosos o implicados en delitos a quienes se les tiene que separar de la institución. No hay que esperar más porque de ser así se estaría dando muestras de debilidad para moralizar una institución que es clave para hacer respetar la ley y administrar justicia. Policía que no se hace respetar hay que expectorarlo y evitar así que otros agentes se vayan malogrando. No se puede tolerar indisciplina en una institución tan especial donde sus integrantes tienen que ser lo más cuidadosos, atentos, amables y serviciales con todos los ciudadanos, incluyendo a quienes llegan a las comisarías acusados de algún delito. Claro, que a los delincuentes más avezados o prontuariados hay que tratarlos como se merecen, pero sin llegar al extremos de violar derechos humanos.

El ministro del interior ha sido tajante en informar que antes de fin de año dará a conocer una lista de oficiales y subalternos implicados en faltas y delitos que tendrán que responder ante la justicia. Claro que esos expedientes de los indisciplinados tienen que estar bien sustentados para que los jueces los sanciones con todo el peso de la ley. Si el policía es un borracho, se le tiene que demostrar con pruebas o igual si es un presunto delincuente. Lo mismo tiene que suceder con los drogadictos o policías que como padres de familia son un desastre y denunciados por maltrato a la esposa, no cumplir con la alimentación o estudios para sus hijos o ser unos grandes mujeriegos. Ni qué decir de aquellos que son captados por bandas de delincuentes y organizaciones mafiosas que los convierten en verdadero peligro para la sociedad.

Seguro que con policías que sean un ejemplo para los ciudadanos será mucho más fácil y efectiva la lucha contra la corrupción y la delincuencia. No hay que olvidarse que se ha detectado que malos policías integran bandas que hacen fechorías en todo el país. Todo el mundo sabe que los policías peruanos tienen fama de coimeros y 'arregladores'. Por lo tanto, en las escuelas de oficiales y subalternos se tiene que crear conciencia de que el policía es lo más sagrado y que todos sus actos tienen que ser un ejemplo para la sociedad. Ya sea en su casa, en la oficina, en las reuniones sociales, en el deporte o en el trabajo tienen que demostrar lo buenos que son. A los buenos hay que premiarlos y a los malos hay que castigarlos. Solo así el ciudadano común y corriente se sentirá seguro y bien protegido. De lo contrario, la policía le estará haciendo el juego a los delincuentes que quieren ver al Perú en medio del caos, la ruina y la corrupción.


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