Qué tal.

El escritor, filósofo y antropólogo peruano Fernando Fuenzalida sentenció una vez que el fútbol desaparecerá en 500 años, ni más ni menos.

Su explicación era convincente, pero si nos atenemos a la pasión que rueda junto con la pelotita en todo el mundo, me temo que esta será la única teoría en que falle don Fernando, fallecido en 2011.

Un ejemplo somos los peruanos. Hace 36 años que estamos relegados de los mundiales y generaciones enteras han fallecido con esa espina en el corazón, pero la predilección por el balompié no disminuye nunca y, ahora que estamos a un “kiwi” de Rusia 2018, el fanatismo se torna infinito.

Y cuidado que hay una hipótesis sobre que el fútbol no lo inventaron los ingleses, como se cree, sino los incas con el denominado “Juego de la pelota”, hace tres mil años. Quizá de allí deviene nuestro incontrolable apego a patear el balón.

Dicho esto,  está obligado a ganarle a . Si bien los visitantes saben lo que es una pelota, están lejos de ser una selección que arrase y tenga un sistema de juego inquebrantable. La blanquirroja, si se tranquiliza y apela al juego que le conocemos, a ras del campo, en nuestro estadio, los goles van a caer sin mayor problema. Y eso depende mucho de las órdenes que emanen de la cabeza de Ricardo Gareca. ¡Arriba Perú!

Esto fue todo por hoy, paro mi pelota, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, paro mi pelota, guardo el lápiz, hasta mañana.