Qué tal.

2021 está a la vuelta de la esquina y si Keiko Fujimori y su partido continúan alimentando la desaprobación de la población, los resultados electorales que obtendrían no pintan auspiciosos.

De momento, según Ipsos, la jefa de Fuerza Popular tiene un rechazo ciudadano de 81%. Esto es un montón en términos políticos y revertirlo es más difícil que barrer una escalera de abajo para arriba.

Por si fuera poco, Keiko está detenida por supuestamente haber recibido dinero de Odebrecht y el caso de los cocteles, y ha sido acusada de comandar una organización criminal dentro de su agrupación. Y eso suena y huele feo.

El fiscal de lavado de activos José Domingo Pérez, en dupla con el juez Richard Concepción Carhuancho, así no le guste al protegido fiscal Pedro Chávarry, están dispuestos a llegar al fondo de la corrupción.

Y la onda expansiva de la desaprobación llega al Congreso, de mayoría keikista, con 77% y a su presidente, Daniel Salaverry, con 53%.

Da la impresión que Keiko y su bancada están cegados por no sé qué propósito y siguen actuando de espaldas a la población, como hacer una ley para Alberto Fujimori y blindar a Becerril.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.