Qué tal.

“¿Qué le pasa al Perú que, cuando uno deja de ser presidente, lo meten preso? (Ollanta) Humala está preso, (Alejandro) Toledo está preso, (Alberto) Fujimori estuvo preso hasta ahora, Alan García está que entro o no entro. ¿Qué pasa?”. Esta es la frase del  que le hizo sentir vergüenza ajena a muchos peruanos.

Y es que, como también apuntó el Santo Padre, “la política está muy enferma en América Latina”, pero sobre todo en nuestro país, donde el escándalo por las coimas de Odebrecht ha revelado que, desde hace buen tiempo, estamos a merced de autoridades prestas al delito y el interés particular.

Y el remate de la  fue celestial: “Si caemos en manos de personas que solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos”, advirtió Panchito, que con ideas precisas y jalones de orejas ha lavado la conciencia de los creyentes y también de aquellas personas que dicen “soy ateo gracias a Dios”.

Finalmente, hay que decir que el Sumo Pontífice argentino se ha llevado al Vaticano nuestro corazón, pero nos ha dejado el suyo, grande, inmenso, y a partir de esta deferencia estamos obligados a ser mejores seres humanos, mejores gobernantes, mejores ciudadanos de a pie, lejos de los pecados capitales que ya todos conocemos.

Finalmente, hay que decir que el Sumo Pontífice argentino se ha llevado al Vaticano nuestro corazón, pero nos ha dejado el suyo, grande, inmenso, y a partir de esta deferencia estamos obligados a ser mejores seres humanos, mejores gobernantes, mejores ciudadanos de a pie, lejos de los pecados capitales que ya todos conocemos.