Qué tal.

El Perú es un país de terremotos, sismos y sacudones de toda índole.

A nivel telúrico, ya sabemos que estamos condenados a los caprichos del Cinturón de Fuego del Pacífico, atizado por una cadena de volcanes.

El último de ellos ha sido el temblor de magnitud 8, con epicentro en Lagunas, Yurimaguas, cuyas ondas sacudieron a varias regiones y también a los países vecinos.

La palabra clave es prevención y ahora más que nunca debemos ser responsables y tomar con seriedad los simulacros, como el que tenemos este viernes 31 de mayo a nivel nacional ante la eventualidad de un sismo y tsunami.

Y a nivel político, los terremotos se presentan a diario, con réplicas igual de devastadoras.

El gran sismo ha tenido como epicentro Odebrecht y literalmente ya he dejado muertos y heridos por haber recibido coimas y mermeladas.

Y días atrás, otro sacudón nos dejó con la boca abierta: el “mudo” Luis Castañeda recibió 100 mil dólares para su campaña del año 2014, según confesión del ex CEO de OAS, Leo Pinheiro.

Que Dios nos coja confesados porque estos terremotos poco a poco entierran al Perú.

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