Qué tal.

Si , el , comete la imprudencia de desmantelar el equipo especial “Lava Jato”, tendrá que atenerse a las consecuencias.

Primero. Una eventual remoción de Rafael Vela y José Domingo Pérez retrasaría las investigaciones, para felicidad de quienes recibieron coimas de Odebrecht.

Segundo. El pueblo no le perdonaría esta concesión frente a la corrupción, flagelo que le cuesta al Perú más de 12 mil millones de soles al año, es decir 10 millones de dólares por día.

Además, el propio presidente Martín Vizcarra ha dicho que ambos fiscales cuentan con el respaldo del Ejecutivo y que deben terminar sus indagaciones, con una agenda que se extiende hasta Brasil.

La independencia con que cuenta el fiscal de la Nación debe utilizarla en la defensa de la legalidad y restarle espacio al capricho interesado u la ojeriza personal.

Insistimos: ponerle cortapisas a la investigación del caso “Lava Jato”, con una retahíla de involucrados que podrían quedar más embarrados luego del 14 de enero cuando hablen los funcionarios de Odebrecht, denotaría que el delito está de plácemes.   

OJO CON ESTO:

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