Qué tal.

No se pasen. Si el exjuez supremo César Hinostroza se mandó mudar fuera del país, ya sabemos cómo es la cosa.

Y la verdad de la milanesa es que el Congreso tardó 12 días en remitir a la Fiscalía el expediente de la acusación e inhabilitación y, por lo tanto, esta estaba atada de manos.

Daniel Salaverry se le fue encima al oficial mayor y a la jefa del Gabinete de Asesores, entre otros funcionarios, pero como el “hermanito” ya se fugó, la rabieta no sirve de nada.

Este recreo fácil fue utilizado por Hinostroza para ir en busca de su esposa, que ya está en Europa desde el 11 de octubre. Y la Policía tampoco puede pasar piola.

Javier Velásquez Quesquén, habitual socio del fujimorismo, ha ido más lejos: “Si Hinostroza se fugó, Daniel Salaverry debe renunciar”, ha dicho.

El acusado de comandar a los “cuellos blancos del puerto” tiene orden de impedimento del país por mandato judicial, pero lo que se le venía lo llevó a atender sus miedos a la prisión y cambiarlos por una huida.

Lo cierto es que la justicia en nuestro país camina encaramada en una tortuga a veces teledirigida.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

MÁS EL LÁPIZ DE ASIÁN:


OJO CON ESTO: