Qué tal.

Todos estamos de acuerdo en que Ricardo Gareca debe seguir al mando de la Selección porque nos llevó a este Mundial y lo más importante: ha delineado un equipo competitivo, aspiracional que -con las variantes respectivas por edad o por juego- puede sufrir menos para clasificar a Qatar 2022.

Salvo que él “Tigre” quiera irse a Argentina, como se rumorea tras el papelón que está haciendo Sampaoli, y por un sueldo lejano de las arcas de la Federación Peruana de Fútbol.

Y es que las buenas gestiones y los procesos con resultados positivos no deben truncarse. Y esto es válido, también, en la elección de nuestras autoridades regionales y municipales. Justos no pueden pagar por pecadores.

Yo soy de los que piensa que, si un gobernador hace obra, tiene que seguir. Si un alcalde se faja por su gente, vale la reelección. La voz del pueblo es la voz de Dios.

La pregunta que nadie responde de manera lógica es: ¿por qué los congresistas sí pueden repetir el plato y qué justifica esa patente de corso? Hay legisladores impresentables, pero el sistema les permite seguir en la mermelada, digo mamadera, quinquenio tras quinquenio.

Así que hasta en eso Gareca nos da una lección.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.