Qué tal.

Jamás olvidará Keiko Fujimori este 31 de octubre, día de la canción criolla y noche de las brujas o Halloween.

Y es que el juez Richard Concepción Carhuancho, sin medida ni clemencia y atendiendo el pedido fiscal, decretó 36 meses de prisión preventiva para la jefa de Fuerza Popular.

Se trata de una sentencia terrorífica para las huestes naranjas, que recoge los fundamentos del fiscal José Domingo Pérez, y que la propia Keiko había adelantado cuando intervino ante Carhuancho al inicio de la audiencia.

Los alegatos de que se trata de un abuso, de una persecución, de que no se respetó el debido proceso, que los testigos protegidos mienten, etc., estarán a la orden del día en voz de Becerril y compañía.

Y esta sentencia contra Keiko llega en el peor momento de su vida partidaria. Ha perdido congresistas y otros ya no se soportan, como se ha evidenciado entre Daniel Salaverry y Rosa Bartra.

No vaya a ser que el encierro de la mandamás fujimorista sea el comienzo del fin de una agrupación que logró una histórica mayoría en el Congreso y que la desperdició poniéndose de espaldas a las demandas populares. ¿O no fue así?

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, criollazo de pura cepa, hasta mañana.

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