Qué tal.

Hemos tenido casos de , profesores depravados, accidentes y peleas menores, pero nuestros colegios aún estaban libres de ataques con uso de armas o tiroteos, como suele ocurrir constantemente en  y otros países.

Sin embargo, hoy por la mañana, esta realidad -de aparente tranquilidad- se rompió como un vidrio en el colegio Trilce de Villa El Salvador cuando un alumno de 5to de Secundaria, en plena clase de Economía, sacó una pistola y desató una tragedia.

Según la Policía, el estudiante portaba el arma de propiedad de su padre y, al manipularla, descargó -intencional o no- un tiro que acabó con la vida de un compañero de 16 años y dejó herido a otro, causando terror en el aula.

Y aquí nacen algunas preguntas y reflexiones: ¿Qué hacía este colegial con la pistola de su papá? ¿Y las medidas de prevención? El progenitor no podía dejar en cualquier rincón de la casa un instrumento tan peligroso como si fuese una pluma de ganso.

Colegio que se precie de preocupado por la seguridad de su estudiantado debería advertir de alguna manera que uno de sus alumnos ingresa con una pistola en su mochila, máxime si no hace mucho tuvimos hechos sangrientos en la Universidad San Marcos. No es un buen día para la educación nacional.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

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