Qué tal.

Por antonomasia, el policía debe ser tu amigo, tu brother, tu paladín. Pero cuando uno va a una comisaría para cualquier trámite, por lo general, te tratan con la punta de la bota. Es como si les pidiésemos un favor cuando no es así. Ellos están al servicio de la comunidad.

Y si por A o B has cometido una falla, la cosa empeora. Te atienden a su ritmo, no entienden razones y simplemente ya fuiste. Nadie les pide que no cumplan con su deber, pero el buen trato nunca puede perderse.

Y comento esto porque el presidente de la República Martín Vizcarra acaba de anunciar que los comisarios que no atiendan denuncias o quejas de violencia contra la mujer serán sancionados, retirados o destituidos.

Nos parece una excelente medida porque, a veces, precisamente por este desdén de la , lo que comienza con una agresión leve escala a una agresión grave y termina en un feminicidio, como los 143 que se cuentan este año.

“Donde estén, en la comisaria, en el patrullero, lo principal es luchar contra la violencia a la mujer. Se ha dado instrucciones claras, y el ministro Morán lo sabe”, afirmó el jefe del Estado. Así sea.

OJO CON ESTO:

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