Qué tal.

Yo coincido con Juan Sheput cuando dice que la Junta de Fiscales Supremos ha desafiado al presidente Vizcarra y, por ende, al Ejecutivo, al tomar juramento como nuevo fiscal de la Nación a Pedro Chávarry.

Si se le está cortando la cabeza al juez, fiscal o consejero que sucumbe ante la corrupción, dañando la imagen de la judicatura, Chávarry no debió ser la excepción porque igual se le escucha un acuerdo nada santo con el desaforado César Hinostroza.

Esta Junta no solo se zurró en la empresa del mandatario de aplicar una profilaxis en toda la administración de justicia, sino que también desoyó los pedidos de la vicepresidenta Mercedes Aráoz y del propio primer ministro César Villanueva.

Ambos habían sugerido que la atmósfera no resultaba propicia para que el cuestionado Pedro Chávarry reemplace a Pablo Sánchez, sin embargo, hicieron oídos sordos y ya tenemos un fiscal de la Nación que de inmediato tendrá que ser procesado.

¡Ahora queremos ver la reacción del presidente Martín Vizcarra! Si empieza a conceder licencias, la promesa de limpiar los estamentos donde se imparte justicia caerá en saco roto o se implementará a medias y, entonces, seguirá la misma cumbiamba.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.