Qué tal.

El cruce de sables entre los hermanos  ya debería tener un punto final porque contribuye al descrédito bien ganado de que goza la política peruana.

Es evidente que Kenji discrepa hace rato con el accionar de su hermana al frente de Fuerza Popular. Por ende, la mandamás de la oposición debería sacarlo ya mismo porque la dilación juega en su contra.

El problema para Keiko es que, por todos los flancos, lleva las de perder. Como ya han amenazado, si expulsa a Kenji, los “Avengers” agarran sus chivas y se van con él. Es más, ya hablan de una nueva bancada y, si es factible, de otro partido político pilotado por el engreído de don Alberto.

Y hablando del expresidente, más allá de que esté o no facultado para hacer política y que si por A o B le anulan el indulto, él finalmente será la voz cantante al momento de definir al candidato del fujimorismo duro en las próximas elecciones generales.

Y ahí Keiko otra vez estaría en desventaja. Kenji apuntaló la libertad de su padre trayéndose abajo la vacancia de Kuczysnki, y esa osadía necesariamente tendrá un rédito. No vemos a Keiko corriendo sola con Fuerza Popular, sin el aval de Alberto Fujimori. Pero en nuestra política todo es factible, como bien sabemos.

Y ahí Keiko otra vez estaría en desventaja. Kenji apuntaló la libertad de su padre trayéndose abajo la vacancia de Kuczysnki, y esa osadía necesariamente tendrá un rédito. No vemos a Keiko corriendo sola con Fuerza Popular, sin el aval de Alberto Fujimori. Pero en nuestra política todo es factible, como bien sabemos.