Qué tal.

Mientras que en el Congreso los “padrastros de la Patria”, con el perdón de los padrastros buenos, compran televisores, frigobares, gollerías varias y abusan de la mermelada del poder, las calles registran mayor violencia a manos de facinerosos que cada día agotan las modalidades del delito.

No es broma. Estamos a merced de toda clase de galifardos y cacasenos que no tienen miramientos en matar a una persona por un celular, una cartera o una aguja. Ahora a su ocasional víctima hasta la arrastran o atropellan para cumplir su macabro cometido.

¿Y la Policía? Bien, gracias. Para ser justos, lo que ocurre es que, si bien el presidente Martín Vizcarra habló de la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, falta acción, decisión, estrategia e inteligencia para estar en donde cunde el peligro y ronda la muerte, que es casi todo el Perú.

Ahora salir a la calle es un albur y hay que caminar a la defensiva para no chocarse con una pistola o un cuchillo. A ver si las autoridades finalmente hacen algo para proteger a la población.

Si no, seguiremos viendo terribles casos como el de la adolescente que encontró trabajo por Faceboook, fue y la violaron tras drogarla en VES. Malditos sean.

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