Esta madrugada otra mujer, en este caso embarazada, fue asesinada a balazos mientras dormía junto a sus tres hijos y su nueva pareja, en San Juan de Lurigancho.

Una mano criminal contratada se estiró por la ventana y le disparó tres tiros fulminantes. Toda la familia sospecha de su exconviviente, un sujeto preso en Piedras Gordas, que en las últimas semanas la estuvo amenazando por haber emprendido otra relación.

Se trata de un nuevo , a pesar de la masiva campaña , que se suma a una retahíla imparable de crímenes de mujeres que las autoridades no logran ponerle freno.

Recordemos que hace unos días, una universitaria fue cruelmente victimada por su expareja que insistía para regresar con ella. Le destrozó la cabeza con una comba, la ahorcó con una soga y luego abandonó su cuerpo en la maletera de su carro.

¿Qué está pasando? ¿Por qué tanta violencia contra la mujer? ¿Somos un país en estado de crispación y amargura, como dijo el ministro del Solar en Cade 2017? Nos parece válida esa versión que dice que la violencia no ha crecido, sino que ahora sí se visibiliza, sí se denuncia. La violencia siempre ha estado ahí, solo que antes era un mero crimen “pasional”.

Aquí, en Ojo, seguiremos #UnidosPorTodas.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

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