Es verdad que Paolo es nuestro querido capitán, que metió goles claves para la clasificación a Rusia 2018, como ese en el que Daniel Peredo exclama “la tocó, la tocó, la tocó”, en referencia al portero colombiano Ospina, y, mismo ventrílocuo, Ramón Quiroga le hace la segunda con el mismo grito, no obstante -sin perder el optimismo- hay que estar preparados por si la WADA se sale con la suya y logra que el 9 vea el Mundial desde su casa.

En ese caso, con el dolor de su corazón, el “Tigre” Ricardo Gareca tendría que replantear su idea futbolística y acercarse a los planteamientos que utilizó en el repechaje pero, sobre todo, en los recientes amistosos contra Croacia e Islandia, países también mundialistas a los que se les ganó bien con Farfán, Carrillo y Ruidíaz alternándose en la delantera.

Insistimos. Paolo es el alma de esta selección. Mimetizó a un grupo de muchachos, que mucha gente hacía eliminados, con que sí se podía llegar a fiesta máxima del fútbol, pero en la eventualidad de que algo juegue en contra nuestra por obra y gracia de la WADA igual tenemos que seguir cantando “Arriba Perú”. La procesión tendrá que ir por dentro. Entre tanto, seguiremos aguardando que el tas no nos dé un tas tas y absuelva al “Depredador”.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.