Qué tal.
Todos al nacer ya sabemos llorar, lo que necesitamos es aprender a reír. Y el “Gordo Casaretto” fue un maestro dictando cátedra para agitar los más de 30 músculos que tenemos en la cara.
Cómo olvidar ese “te advierto”, que según contó se lo arrebató a un bailarín tartamudo. O ese arranque: “Resulta que Pirula…”, con su respectivo Chesss… que eran como el santo y seña de su gracia.
Otras frases que formaron parte de su humor redondo fueron “Momentito” y “¡No pasa, no pasa!” que, por cierto, eran celebradas por el “Chato” Barraza, su descubridor, su Augusto Ferrando.
Porque así fue. Un día Barraza vio a Alejandro Guillermo Romero Cáceres toreando gallos, le gustó su pasta humorística y le dijo: “Gordo, vamos a hacer teatro”. Juntos fueron dinamita.
Y ahí empezó el mito. Eran como Batman y Robin. Trabajaron juntos en una infinidad de programas. Con Casaretto murió la risa y la salsa, como bien titula el diario Ojo, y Barraza tiene lacerado el corazón.
“Si no usas tu sonrisa eres como un hombre con un millón de dólares en el banco y sin poder sacarlos”, contestó el “Gordo Casaretto” reclamando que la gente debe vivir feliz. Y es que también hablaba en serio..
“Si no usas tu sonrisa eres como un hombre con un millón de dólares en el banco y sin poder sacarlos”, contestó el “Gordo Casaretto” reclamando que la gente debe vivir feliz. Y es que también hablaba en serio..