Qué tal.

“Algunos congresistas piensan que tienen que proteger, blindar o excusar a un colega de su bancada y esto no se debe dar de ninguna manera. ¿Qué clase de mensaje le damos a la ciudadanía?”. Firmado: Jánet Sánchez, presidenta de la Comisión de Ética del Parlamento.

Nada más cierto. Este mal llamado espíritu de cuerpo, que lo hemos visto en el caso de la keikista Yesenia Ponce -la legisladora que según todas las evidencias falsificó documentos escolares para su CV-, le hace mucho daño a la labor legislativa, pero sobre todo a la imagen del primer poder del Estado.

Con razón el pueblo le atribuye una nota de 06 al Congreso en una calificación del 0 a 20, según Datum. O sea está en rojo y, para ser justos, los padres de la Patria yacen en ese estatus hace buen tiempo. Siempre ha sido una de las instituciones más devaluadas ante los ojos de la gente y eso no ha cambiado, menos con Galarreta.

Y cómo va a cambiar si también aparecen especímenes como el general en retiro Edwin Donayre quien propone el dislate de que los adolescentes menores de 17 años no salgan a la calle después de las 10 de la noche. O el otro que solo quiere periodistas colegiados en los medios de comunicación. Es lo que hay.

Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.

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