Pedro Castillo declaró ante la ciudadanía desde Platería, en Puno, y prometió agua a la comunidad, ¿cómo lo hará? (Foto: Presidencia).
Pedro Castillo declaró ante la ciudadanía desde Platería, en Puno, y prometió agua a la comunidad, ¿cómo lo hará? (Foto: Presidencia).

“Señor ministro de Vivienda, si usted no me da agua a este pueblo (Platería, en Puno), lo boto de su cartera”, amenazó hace unos días el presidente Pedro Castillo a Geiner Alvarado. Y es que ese es el estilo con que se maneja el mandatario chotano: la agenda informal, improvisada, furtiva, a la de Dios. A donde va promete colegios, agua, desagüe, alcantarillado, carreteras, puentes, trabajo y el oro y el moro. ¿El presupuesto? Eso es lo de menos, lo importante -para él- es seguir con la cantaleta de que recorre el país, se embarra los zapatos y atiende las necesidades del “pueblo”. Si se olvida lo que lee en sus discursos, ¿ustedes creen que lleva la cuenta de lo que ofrece a tanta gente necesitada? Un gran estadista no es ni por asomo. Ayer se jactó de que “en las próximas horas pondremos orden” al paro y bloqueo de carreteras. Vamos a ver esta mañana si cumplió con su palabra porque se le está haciendo costumbre tomarle el pelo a la población. Y así no juega Perú, señor Castillo.