Vista general de la carretera Arequipa-Puno bloqueada por piedras y escombros por las protestas el miércoles 4 de enero. (Foto: EFE/ José Sotomayor)
Vista general de la carretera Arequipa-Puno bloqueada por piedras y escombros por las protestas el miércoles 4 de enero. (Foto: EFE/ José Sotomayor)

Todos tenemos derecho a alzar nuestra voz de protesta, pero a lo que no tenemos ningún derecho es que en aras de manifestar nuestros reclamos actuemos con violencia y ataquemos infraestructura del Estado que sirve a toda la población, tal como ocurrió en Puno, donde una sarta de manifestantes atacaron con piedras y palos una ambulancia del Samu, que trasladaba a tres heridos producto de las protestas que vienen ocurriendo en esa región del sur del país. Es lamentable escuchar el clamor de la enfermera que iba dentro de la unidad, quien reclamaba que no los atacaran porque eran personal de salud. Un escenario parecido se vivió en inmediaciones del aeropuerto de Juliaca, donde los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes dejó ayer un saldo de 14 heridos, 10 civiles y 4 policías. Ya lo ha alertado el Ministro de Defensa, que personas extranjeras estarían azuzado a la población para actuar con violencia. Es preciso identificar a los violentistas y sancionarlos de acuerdo a ley.