Conferencia de prensa del ministro de Defensa, José Luis Gavidia, en el patio principal de Palacio de Gobierno.  Fotos: Jesús Saucedo@photo.gec
Conferencia de prensa del ministro de Defensa, José Luis Gavidia, en el patio principal de Palacio de Gobierno. Fotos: Jesús Saucedo@photo.gec

El gobierno no es la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima. Esto parece no ser entendido en su cabalidad por el ministro de Defensa, José Gavidia, luego de que se descubriera que viajó con sus tres hijas a Huánuco utilizando una aeronave del Estado (un Fokker de la Marina de Guerra del Perú). Ayer, con algún tufillo de victimización, el titular del Mindef alegó que no se trató de un viaje de placer y que “trabaja intensamente porque servir es una bendición”. Pero ese no es el punto, señor ministro. Usted está utilizando un bien público para movilizarse con sus familiares y la salida al “cuidado parental” por un régimen de visitas asumido no puede ser llevar a sus hijas a todos lados. Y parece que cunde el mal ejemplo porque cuando el programa Punto Final solicitó también a la FAP la lista de pasajeros de vuelos oficiales respondió que es “confidencial”, pues el documento contiene nombres de familiares de ministros. ¡Uy, curuju! Así no juega Perú.