Así como el presidente Pedro Castillo despotrica del Perú cada vez que sale al extranjero, asegurando que somos un país repleto de delincuentes, su primer ministro Aníbal Torres le sigue la corriente y, en una entrevista con una emisora colombiana, acaba de dejar por los suelos a nuestra Policía Nacional a propósito de las protestas en las calles contra la incapacidad del mandatario. El premier, sin advertir que está incrementando la desconfianza y corriendo a los inversionistas que pretenden venir por estos lares, expresó que nuestra PNP no existe en número suficiente y que su preparación es deficiente, tanto así que siete efectivos no pueden detener a una persona. Por más que sea verdad, es como decirle al mundo que el Perú es un peligro. Y, al igual que su jefe, también tiene bien aprendida la victimización porque habla de una “prensa ladrona” al servicio de golpistas que quieren vacar a Castillo “de todas maneras”. Lo que no dice “Caníbal” es que el “prosor” está cavando su propia tumba. Y así no juega Perú.